Para hacer cara al imperativo global de reducir/eliminar el uso y descarte de plásticos, se ha vuelto una urgencia ambiental diseñar, producir y llevar hasta el mercado, alternativas de envases y embalajes, fabricados con nuevos materiales sostenibles.
Dichos materiales sustituirán por completo, durante la próxima década, los plásticos tradicionales de origen fósil, en la industria, distribución y comercio (ej: sectores agroalimentario, textil y vestuario, equipamientos eléctricos y electrónicos, etc), sus clientes principales.
Para satisfacer los retos de sostenibilidad y circularidad que se plantean actualmente a este nivel, Administración, Universidades, Centros Tecnológicos, Empresas y expertos de varias áreas, están apoyando y/o participando en proyectos, destinados a desarrollar nuevos materiales para un Packaging Sostenible.
En mi artículo de julio/2019, “MATERIOTECA: ¡Una idea genial! Y, la importancia de los nuevos materiales para la Economía Circular”, ya les había hablado de nuevos materiales y de la apertura de la Materioteca Galicia.
Este servicio público, dedicase a la promoción de materiales innovadores y sostenibles, que presentan ventajas ambientales y competitivas, cara a los materiales no renovables, no compostables y de origen fósil, constituyendo, por ese motivo, una iniciativa fundamental para acelerar la transición hacía la Economía Circular.
En noticia publicada el 9 enero 2020, por la Axencia Galega de Innovación (GAIN), se ha presentado un balance resumido de los primeros 6 meses de actividad de la Materioteca, del que destaco los siguientes datos:
Fue precisamente, durante el workshop “Nuevos Materiales para Packaging Sostenible”, realizado el 14N 2109, que me surgió la idea de escribir este artículo.
En él, pretendo presentarles los nuevos materiales y sus ventajas y, igualmente, las dificultades que se plantean, para garantizar que estos sean seguros, económicos, resistentes y capaces de satisfacer los requisitos de sectores tan exigentes y reglamentados, como el sector alimentario.
Finalmente, abordaré algunas de las metodologías y herramientas reconocidas a nivel internacional, que permiten demostrar públicamente la sostenibilidad de los materiales empleados en envases: ECOETIQUETAS y DAP’s[1].
Según Carlos Rodríguez Vázquez, ANFACO – CECOPESCA, existen 3 condiciones fundamentales que los envases deben cumplir, para satisfacer las exigencias del mercado y los requisitos medioambientales: Ser Orgánicos, Ecológicos y Naturales.
El consumo de productos alimentarios de IV gama[2] y V gama[3], se ha vuelto un hábito y sigue creciendo, debido, en grande parte, a la sobrecarga laboral y falta de tiempo para preparar las comidas, que caracteriza nuestra sociedad moderna. Esta tendencia, está promoviendo el crecimiento de la demanda de nuevas soluciones optimizadas de envase.
Por otra parte, el sector alimentario, está sujeto a requisitos normativos y reglamentarios específicos en lo que toca a los envases. Estos, son bastante más estrictos que en cualquier otra rama de actividad, debido a la exigencia de garantizar la seguridad y salud el consumidor.
Por lo tanto, no es lo mismo producir un material de envase para envolver un aparato eléctrico o una prenda de vestir, que otro para contacto directo con alimentos.
Todos estos motivos, apuntan un reto fundamental, que se plantea al diseño y a los materiales usados en los envases destinados a la industria alimentaria: conciliar las exigencias de la seguridad alimentaria con las medioambientales y de sostenibilidad.
Actualmente, están surgiendo alternativas de materiales de envase, que buscan adecuarse a los requisitos específicos de la industria alimentaria: envases activos, películas comestibles y bioplásticos[4].Sin embargo, hay que evaluar rigorosamente cada solución propuesta, antes de introducirla en la línea de producción.
Carlos alertó, a propósito, que las ganas de proporcionar rápidamente “soluciones ecológicas” y ganar puntos a la competencia, hicieron con que ciertas tentativas de innovar, no hayan tenido en cuenta las particularidades del sector alimentario. Este fue el caso de las vajillas de bambú, que en realidad solo tenían un porcentaje, inferior a la mitad, de dicho material natural y encima liberaban a los alimentos sustancias nocivas a la salud[5].
El problema de los envases multicapa, también fue mencionado, destacando la dificultad en separar cada una de ellas y proceder a un reciclaje eficaz.
Para dar respuesta a este problema, están siendo desarrollados nuevos procesos de reciclado, que permiten obtener poliamidas (PA) de elevada calidad, para uso alimentario u otros, a partir de residuos de envases multicapa. Un ejemplo de ello, está siendo realizado por el consorcio AIMPLAS e Instituto Tecnológico del Plástico – proyecto RECIPAM.
Carlos, subrayó igualmente, que la separación de los residuos de embalaje, realizada al nivel del consumidor final, se encuentra por debajo de los resultados deseados.
La población, en general, sigue mezclando los diferentes tipos de residuos[6], a pesar de los esfuerzos realizados en campañas de sensibilización, llevadas a cabo por gobiernos regionales, entidades como ECOEMBES y otras organizaciones, siendo, por eso, urgente aumentar la implicación de los ciudadanos.
Sonia Martínez, SIGILLUM Knowledge Solutions, destacó dos condiciones esenciales que deben cumplir los envases: Seguridad y Sostenibilidad.
Según ella: “Todos sabemos que se camina hacia la prohibición del plástico de un solo uso. Tampoco son la solución los plásticos biodegradables oxidables, ya que liberan micro plásticos en la naturaleza”.
Por ese motivo, “el desarrollo de las mejores soluciones de envase, empieza en el diseño”.
Otro factor fundamental, para garantizar la protección del medio ambiente, en lo que toca a los materiales usados en el packaging, es la implementación de reglamentación adecuada y exigente.
La DIRECTIVA (UE) 2019/904, del 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medioambiente, que entrará en vigor el 3 de julio de 2021, refiere que:
A complementarla, tenemos la DIRECTIVA (UE) 2018/852 relativa a envases y residuos de envases[7] que prosigue los siguientes objetivos:
Otra de las medidas fundamentales para combatir los residuos de envases y embalajes es la prevención, lo que implica desde luego, acabar con el “overpackaging”.
Nada mejor, para ilustrarlo que la siguiente frase e imagen: “Si la naturaleza ya encontró una manera de cubrir estas naranjas, entonces no necesitamos de desperdiciar tanto plástico a cubrirlas”.
La compra online, sencilla y cómoda para el consumidor, experimentó un fuerte crecimiento en los últimos años, soportada en plataformas digitales, como por ejemplo AMAZON.
Este acontecimiento, tuvo como consecuencia un aumento significativo del uso de materiales de envase y embalaje y una agudización del problema del overpackaging.
El empaquetado del comercio online genera el doble de impacto ambiental que el del comercio tradicional[8]. Sin embargo, un 180% del impacto ambiental generado por el comercio electrónico puede reducirse en la fase de diseño, concibiendo soluciones de embalaje simples, sostenibles y versátiles.
Sol María Vázquez, Directora de Comercio de la Xunta de Galicia, defiende que “hay que buscar un equilibrio. Si no podemos evitar el comercio online tenemos que volverlo más sostenible”.
Los requisitos a la hora de diseñar un envase deben hacer con que este sea:
No obstante, el comercio de proximidades es sin duda lo más sostenible. Respecto a este tema, Sol Vázquez, afirmó que pretende alcanzar un Comercio “360 ECO”, donde la “sostenibilidad resulta de la imposición, pero también puede funcionar como marketing positivo”.
Para concretarlo, la Dirección de Comercio, irá proporcionar incentivos financieros a la eco innovación en el diseño de los envases[9].
Será también subvencionada la instalación de máquinas reverse vending, donde el ciudadano puede dejar su envase vacío y a cambio recibir una pequeña cuantía en efectivo.
Esta práctica adoptada en Europa y en los EEUU, permite la recuperación de entre el 80 y el 90% de los envases. En España, una empresa murciana, bajo el lema “Ganamos Reciclando”, ha empezado a instalar las primeras máquinas que ofrecen incentivos por el reciclaje de envases, en supermercados, tiendas, restaurantes, asociaciones y centros educativos, con resultados positivos. En solo dos semanas, una unidad activa en Derio, en Vizcaya, permitió recuperar más de 4.000 envases[10]
La “ecuación compleja”, que reúne los factores que condicionan el impacto ambiental provocado por los envases y sus residuos, no quedaría todavía completa sin añadir el último elemento fundamental: la Educación del Consumidor.
Según Sonia Martínez, un consumidor informado y concienciado, cuando coge un producto de una estantería de un supermercado, pondera un conjunto de cuestiones fundamentales, antes de decidir llevárselo a casa:
Si esta actitud se extendiera a la mayoría de los consumidores, por vía de la sensibilización, sería posible mejorar la salud y calidad de vida de los ciudadanos, al mismo tiempo que se lograrían los objetivos de sostenibilidad y un ahorro significativo de recursos.
Conforme refirió, Fernando Sanz, CIS MADERA:
“La sostenibilidad se está convirtiendo en un factor clave en este siglo. El consumidor de la generación millenial (18-35 años), cuestiona todo lo que no es sostenible. Se está desarrollando la Biofilia[11], o sea la atracción por todo lo que es naturaleza y espacios naturales.
De entre los materiales de uso prioritario para un packaging sostenible, se destaca la madera, cuyas principales ventajas son las siguientes:
De este modo, desarrollar nuevos materiales de envase, que integren en su composición madera y subproductos forestales, es sin duda una alternativa viable para sustituir el plástico.
FUENTE: https://eco-circular.com/2020/01/23/nuevos-materiales-ya-estan-revolucionando-el-packaging/